jueves, 3 de diciembre de 2015

El equipo de Coudet

   Nosotros, como hinchas de Central, pasamos por muchas cosas, millones de momentos, emociones, sentimientos, ya sean lindos, feos, malos, buenos, y estos formaron, forman y formarán parte de nuestra historia como club y de nosotros, como hinchas. Porque no hablo sólo de los hinchas de este club, hablo de todos nosotros, que sentimos el fútbol no sólo como un deporte, sino como una pasión, una forma de vida, algo que necesitamos para vivir y que no imaginamos cómo sería la vida sin ese amor que sentimos hacia los colores con los que nacimos y nos criaron de chiquitos.
   Por esto voy a hablar de este equipo, que aunque sea el mío, creo que a cualquiera, sea del cuadro que sea, lo emociona verlo. Esa garra y ese corazón, que tanto identifica a nuestro equipo y tanto se asimila con la historia de nuestro club, junto con la experiencia de jugadores a nivel de selección, la habilidad y emoción por jugar en primera de esos chicos que con suerte llegan a los veinte años, y el amor a un club que hace que jugadores de otro nivel futbolístico vuelvan por amor al club que los vio crecer, que los formó como jugadores pero también como personas, para que la gente se emocione al verlos de vuelta con la camiseta que tanto aman en su piel, dejando todo, en cada pelota, por un objetivo, una ilusión, que también se comparte y se vive con cada hincha. Ni hablar del gran director técnico, que tanto se identifica con el club y la historia, con la gente, que sabe que es uno más de ellos, y haría hasta lo imposible para ver a su Central de la mejor manera, donde debe estar.
   Entonces de esto voy a hablar, no sólo de fútbol, sino de estos lindos momentos que vive un club, y por lo tanto, también el hincha. Porque no es lo mismo festejar un gol de un tipo que viene al club sólo para generar plata, que gritar un gol de alguien que vuelve a ponerse la camiseta de su club después de mucho tiempo, alguien que puede quedarse jugando en Europa, generando diez veces más de dinero, pero que sin embargo prefiere volver a vestir la camiseta con la que más feliz es. Porque yo creo que eso es, el amor, lo que sentimos por unos simples colores, lo que los hace volver, porque creo que ellos saben que la felicidad está primero que lo material, y la felicidad a un jugador de fútbol se la da el equipo que uno ama. Creo que no hace falta aclarar a quiénes me refiero cuando hablo de esto, pero como no todos somos de este club, es hermoso para el fútbol, y para nosotros como hinchas, recordar esos jugadores como Sebastián Verón, Juan Román Riquelme, Carlos Tévez, Maximiliano Rodríguez, Javier Saviola, Diego Milito, Marco Ruben, y decenas de jugadores que priorizaron sus sentimientos por encima de sus necesidades o de todo lo que se asemeje a lo material y al dinero, porque todos sabemos, lo muy difícil que es poder tomar decisiones como estas.
Ahora sí, voy a hablar de este equipo, que yo creo, es el mejor del campeonato, ya que faltando dos fechas de las treinta que deben disputarse, sólo perdió dos partidos, ganó quince y empató once. Además, lo veo, futbolísticamente, como el mejor de los treinta equipos del torneo, porque tuvo de todo, malos momentos pero muchos más buenos, buen juego, huevo, garra y corazón. Un equipo que soñó desde que salió a la cancha en la primera fecha, junto a la gente, porque sabía que podía, como también sabía que nunca iba a dejar de luchar, nunca iba a abandonar, que aunque fuera difícil, nunca iba a dar brazo a torcer. Este equipo, de la mano de Coudet, salió a ser protagonista del partido en todas las canchas en las que jugó, puliendo su juego partido a partido. Muy pocas veces lo pasaron por arriba, de esas pocas, muchas las supo remontar, dando vuelta partidos como contra Olimpo de visitante, 3 a 1, o contra Estudiantes por Copa Argentina, 2 a 1. Sin embargo, también perdió muchos puntos a principios del torneo, cosechando varios empates que más que sumar un punto, restaban dos. Esto lo fue solucionando a fines del torneo, cuando dio a lucir su juego de manera más efectiva, eficaz, y casi sin margen de error, el cual era mucho más grande a principios del certamen.

   Este equipo aprendió, aprende, y lo seguirá haciendo, porque esto es un proyecto, que nos permite esperanzarnos, pero también debemos entender que empezó hace menos de un año y, como todo proyecto, por más bien que empiece, lo que importa es lo que viene, lo que deja cada partido, cada fecha, cada ciclo, cada semestre, cada campeonato, es lo que forma y formará la historia de nuestro club, y este equipo muy bien lo está haciendo. Por eso, aunque algunos objetivos no se lleguen a concretar, debemos seguir adelante, dejar de ser exitistas, y disfrutar de cada momento y de este buen fútbol que Central  nos brinda, porque de eso es de lo que vivimos nosotros, los hinchas, del fútbol.



Juan Manuel Reche

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